Con una fertilización equilibrada y el riego adecuado, las sandías también prosperan aquí en Alemania. ¡Descubre los consejos y trucos aquí!

La sandía (Citrullus lanatus), que pertenece a la familia de las cucurbitáceas, necesita un suelo semipesado y rico en nutrientes. El sitio de plantación se puede mejorar de antemano con mucho humus. Lo que debe tener en cuenta al fertilizar y regar se explica a continuación.
Fertilizar sandías
La fertilización regular y apropiada para la especie es esencial para que puedas ver crecer las sandías. Puede trabajar en virutas de cuerno y estiércol de caballo incluso antes de plantar. Ambas formas de fertilizante actúan como fertilizantes a largo plazo. Si desea evitar los fertilizantes animales, puede usar un fertilizante NPK bien balanceado y ligeramente nitrogenado. Nuevamente, el fertilizante debe administrarse cada dos semanas durante la temporada de crecimiento. Por ejemplo, te recomendamos nuestro abono orgánico para tomates Plantura, libre de animales. Esto permite un suministro de nutrientes a largo plazo para sus sandías de forma natural. Además, nuestro fertilizante se compone principalmente de ingredientes orgánicos, por lo que no es dañino para los humanos ni para los animales.
Riego de sandía
Las plantas necesitan mucha humedad y necesitan riego, especialmente en los días secos de verano. Lo mejor es regar con agua de lluvia (agua templada) por la mañana. Tenga cuidado de no mojar las hojas con agua. Con una regadera, el agua se puede introducir con precisión. También se puede utilizar el riego automático por goteo. Se debe evitar el riego con aspersores, ya que esto aumenta considerablemente el riesgo de oídio.
Si la sandía se cuida adecuadamente, (casi) nada se interpondrá en el camino de una buena cosecha. Aprende a cosechar y almacenar sandías en este artículo.